La gastronomía está de moda y es el interés perfecto porque además de satisfacer una necesidad vital nos da el placer que tanto buscamos.
RECETAS
jueves, 24 de marzo de 2016
ORIGEN DE LAS TORRIJAS
Dicen que el origen de las torrijas data del siglo XV, hacia finales de la Edad Media, y que este dulce plato fue invento de monjas, quienes preparaban con el pan sobrante un dulce para llenar el estómago y que aliviara el ayuno de carne impuesto en la época de Cuaresma, aunque, por otro lado, cuesta pensar que en una época tan oscura como la Edad Media sobrara el pan y la ingesta de carne fuera tan abundante como para echarla de menos en los períodos de ayuno religioso.En cualquier caso, la tradición de comer torrijas en Cuaresma y Semana Santa aún perdura y los paladares más refinados pueden darse un dulce homenaje en lugares como El Anciano Rey de los Vinos, una centenaria taberna madrileña. Las torrijas más típicas se elaboran con leche, aunque muchos gastrónomos las prefieren de vino por ser menos empalagosas. En esta tradicional taberna madrileña sirven torrijas de vino, elaboradas de forma artesanal, empapando bien el pan con el tradicional vinito dulce de la casa, una mistela elaborada en exclusiva para ellos en el manchego municipio de Tomelloso y friéndolas en un recipiente muy grande permitiendo que la torrija se dé la vuelta sola, cuando está por un lado bien doradita.
Pararse en El Anciano Rey de los Vinos y degustar una de sus famosas torrijas acompañadas de una copita de vinito dulce es un privilegio al alcance de cualquiera. En su interior se saborea intensamente el casticismo madrileño en un entorno centenario. Y en la terraza, ya lista para la nueva temporada, se puede disfrutar de la agradable temperatura de la primavera madrileña, a la vez que se alegra la vista contemplando la bella catedral de la Almudena y el Palacio Real. Taberna El Anciano Rey de los Vinos. C/ Bailén, 19. MadridUna de tantas recetas de las Torrijas
Ingredientes: 1 barra de pan del día anterior, 1 litro de leche, 1 rama de canela, 1 corteza de limón, 6 cucharadas de azúcar, 2 huevos, Aceite de oliva.
Se pone a hervir la leche con la canela y la corteza de limón durante unos 5 o 10 minutos. Antes de retirarla del fuego se añade el azúcar y se remueve hasta que quede bien disuelta. Se corta la barra de pan en rebanadas de un centímetro y se colocan en una fuente honda.
El pan es mejor que sea de miga consistente, por eso el mejor tipo para preparar las torrijas es el de molde o máquina.
A continuación las torrijas se cubren con la leche hasta que se empapen bien, pero sin que se reblandezcan demasiado, sino se desharán (puedes dejarlas en remojo unas dos horas).
Y una vez empapadas, se rebozan con huevo y se fríen en aceite bien caliente. Hay que tener cuidado al darles la vuelta que no se desmoronen. Es aconsejable freír sólo un par de torrijas cada vez.
Cuando se doran se sacan de la sartén y se colocan en una fuente.
Se pueden espolvorear con azúcar, canela en polvo, almíbar o miel rebajada con agua.
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